A medida que nos alejamos del Delta y del río, podemos observar que cada vez predominan más los cultivos de secano. A través de estos campos se pueden encontrar, sobre todo, frutas cítricas, como es el caso de las naranjas, mandarinas y limones, cultivos que se benefician del clima de la zona. También destaca el cultivo de frutos secos, que tienen la característica de poder adaptarse bien a las condiciones del suelo y al tiempo. Además de las almendras y los avellanos, en la región también está muy extendido el cultivo de hortalizas, tanto al aire libre como en invernaderos, entre los que se encuentran tomates, pimientos, berenjenas o calabacines.

En esta comarca son habituales los sistemas como el riego por goteo en los cítricos y hortalizas, ya que se trata de un método que permite una distribución precisas de agua, y el riego por aspersión, usado en campos más extensos.

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